All photography provided by Cesar Flores Jr.

El Pastor Cesar W. Flores ha dedicado gran parte de su vida a la predicación del mensaje del Evangelio. Fue llamado al Ministerio en el año de 1993. Desde entonces ha pastoreado IGLESIAS DE RESTAURACION en el Valle de San Fernando en California.

Internacionalmente Dios le ha concedido compartir la Palabra de Dios en Canadá, México, Centro América, Sudamérica, Cuba, Australia, Inglaterra y en varios Estados de la Unión Americana. Ha cursado estudios en California Christian University, en donde funge como Profesor y de donde obtuvo sus Doctorados en Teoligia y Consejería Bíblica además de su Maestría en Ministerio Pastoral. El Pastor Flores lleva 20 años de matrimonio, junto a su esposa han procreado dos hijos.



Nuestra Mission

La Biblia habla claramente de la tarea general de la Iglesia, de su misión. De acuerdo con Mateo, la orden final de Jesús a sus discípulos fue “Id, y haced discípulos a todas las naciones” (Mateo 28:19). Marcos cita a Jesús con palabras semejantes: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 26:15). Jesús dijo: “Y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8). Esos pasajes son vitales, pues aclaran muchos puntos importantes sobre nuestra misión. En este contexto queremos pronunciar lo siguiente: Jesús está por detrás de la misión. Nuestro Salvador y Señor es la fuente de la misión, de acuerdo con el Nuevo Testamento, y no un ser humano o tradición de la iglesia. Los misioneros son enviados por Jesús. El llamamiento no viene de parte de un líder u organización de la iglesia. La misión se basa en las palabras finales y la orden expresa de Jesús. Esas palabras son cruciales y muy importantes – palabras que deben ser recordadas y seguidas. Ellas son una orden – no un simple deseo. Esta es la Gran Comisión, no apenas una gran sugerencia o una gran opción para la iglesia que profesa seguir a Jesús. La misión es universal. El mensaje debe alcanzar al mundo entero. Ningún lugar o persona debe ser pasado por alto. Todos necesitan de Jesús. De acuerdo a lo aclarado por otros pasajes, esta misión durará hasta “el fin” (Mateo 24:14), o “hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20). La misión terminará sólo cuando terminen los tiempos, como los conocemos. ¿Cuál es el mensaje en esta misión? El mensaje es hacer “discípulos” (versículo 19) para Jesús. Deben predicar el evangelio (Marcos 16:15), pues son “mis (de Jesús) testigos” (Hechos 1:8). El mensaje es la proclamación del evangelio, o las buenas nuevas sobre Jesús, y un llamado al pueblo para seguirlo como discípulos. Esas grandes verdades sobre la misión son tan cruciales que pueden fortalecer o destruir la Iglesia. Tal la misión, tal la Iglesia. PROPÓSITOS Cristo ha edificado su iglesia, ha dado a su pueblo dones y liderazgo, y también nos ha dado un trabajo que hacer. Los siguientes son en esencia los propósitos de este ministerio: Un propósito principal de la Iglesia es el de la adoración. Dios nos ha llamado "para que proclamemos las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1ª Pedro 2:9). Dios busca a gente que le adorará (Juan 4:23), que lo amará sobre todas las cosas (Mateo 4:10). Todo lo que hacemos, ya sea en forma individual o como iglesia, debe de ser para su gloria (1ª Corintios 10:31). Somos llamados a ser “sacrificio de alabanza” (Hebreos 13:15). Se nos instruye a hablarnos "con salmos, himnos y canciones espirituales" (Efesios 5:19). Cuando nos reunimos como iglesia, oramos y escuchamos Su Palabra. Estas son formas de adoración. También lo es la Cena del Señor, el bautismo en agua y la obediencia. La enseñanza es otro propósito de la iglesia. Es el núcleo de la Gran Comisión: "enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes" (Mateo 28:20). Los líderes de la iglesia deben de enseñar, y cada miembro debe de estar enseñando el uno al otro (1ª Corintios 14:31; 1ª Tesalonicenses 5:11; Hebreos 10:25). Los grupos pequeños (Células Familiares) proveen un ambiente excelente para este ministerio mutuo. Si queremos ser espirituales, dice el apóstol Pablo, debemos de querer "edificar la iglesia" (1ª Corintios 14:12). La meta es edificar, fortalecer, animar y consolar (v. 3). Toda la reunión debe de ser para edificación (v. 26). Somos discípulos, gente que aprende y aplica la palabra de Dios. La iglesia primitiva era alabada porque "Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración" (Hechos 2:42). El administrar o mayordomía, es el tercer propósito mayor de la iglesia. Escribe Pablo: "Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe" (Gálatas 6:10). Nuestro primer deber es hacia la familia, después hacia la iglesia, y por último hacia el mundo que nos rodea. El segundo mandamiento más grande es el de amar al prójimo (Mateo 22:39). Este mundo tiene muchas necesidades físicas, no debemos de ignorarlas. Pero la más grande necesidad es la del Evangelio, tampoco debemos de ignorar esto. Como parte de nuestro ministerio para el mundo, la iglesia predica las buenas noticias de la salvación a través de Jesucristo. Ninguna otra organización hará esta obra—es la misión de la iglesia. Se necesita a cada obrero algunos en la línea frontal, y otros como personal de apoyo. Algunos plantarán, otros alimentarán, y algunos cosecharán, y conforme trabajemos juntos, Cristo hará que su iglesia crezca (Efesios 4:16).


Restauración...tu iglesia...tu casa...tu familia
— Cesar Flores, Pastor